viernes, 31 de agosto de 2012




Bestabeé Romero
Serpiente. 2004
Utopías y Realidades en la Colección  FEMSA
Alma Giovana Nava Márquez



Betsabeé Romero es alguien que en sus obras se ha preocupado por crear un lenguaje propio donde fusiona el presente y el pasado, usando íconos contemporáneos y precolombinos; logrando que combinen perfectamente entre ellos.

Esto se puede observar en su pieza Serpiente (2004) que es parte de la exposición de arte moderno y contemporáneo Utopías y Realidades en la Colección FEMSA. En estos neumáticos, en lugar de tener las regulares huellas, se tiene tallada una serpiente emplumada, un icono muy importante para las culturas mesoamericanas, ya sea que se le llame Quetzalcóatl o Kukulcán,  representa la deidad más poderosa y sabia de todas. Esto aunado con el icono moderno que representa la llanta, visualmente y conceptualmente,  encaja perfectamente con el discurso crítico que ella pretende en la mayoría de su obra, un discurso sobre darle un nuevo significado a lo local y cotidiano usando símbolos y ritos culturales y de consumo.

Serpiente, es agradable a la vista y deja al espectador pensar sobre como lo antiguo y lo contemporáneo no están peleados, así como el arte precolombino y el arte urbano pueden convivir en armonía.  Su intención es hacer que se profundice acerca de cómo nuestra cultura y nuestra sociedad es el resultado de una fusión, que puede ser curiosa, pero que nos define como somos actualmente.

jueves, 30 de agosto de 2012

Crítica a la obra “Mural Sol” de Gabriel Orozco ( México )
Adán Orlando Valadez Sánchez.
A 27 de Agosto de 2012.


Esta obra, forma parte de la exposición temporal: “ Utopías y realidades: arte moderno y contemporáneo en la colección FEMSA” nos muestra a través de las 75 obras cómo el concepto de utopía ha estado presente en América Latina como parte de la construcción de la identidad.

El recorrido por la exposición deja distintos sabores y matices que poniéndolos en contraste unos con otros me dejan con un ácido sabor de boca. Al final fue cuando en realidad me sorprendí con la obra de Gabriel Orozco, me dejó totalmente atónito ya que al momento de ver el anuncio de cerveza sol; que encantadoramente él llama “Mural Sol” y que, a mi parecer, es una forma de broma/mal-chiste al movimiento muralista de nuestro país, ya que pretende llenar el contenido/sentido de la obra con la justificación que tiene desde el anuncio publicitario, sin embargo, con la palabra “mural” que, dentro de mi pensamiento ya tiene otra denotación que la de un simple muro pintado, hace un interesante juego de palabras en el que el oportunismo y el atrevimiento quizá sean los motivos por los cuales fuera esta obra incluida dentro de la colección FEMSA.

Al momento de ver la obra no pude pensar más que en las cientos de bardas llenas de rótulos hechas por artistas anónimos que no tienen el privilegio de exponer, como en el caso del artista, este mural en el Museo Tamayo, en el 2000.1

En algunos momentos ha sido cuestionado el por qué el arte debe de estar en los museos y no en las calles. Ahora la premisa cambia, ¿Por qué la publicidad la metemos a un museo y se concibe como arte?

Puedo encontrar cierto oportunismo y afinidad por el cochambre institucional, al promover su obra a cambio de una corta publicidad que, además de incitar al consumo de una de las tantas marcas de sus “padrinos/mecenas” y, que promueve a mi parecer una lenta y corta producción como artista ya que de entrada, al investigar un poco más sobre la obra, me di cuenta de cuánto interviene Gabriel Orozco en el proceso, que en realidad es sólo para supervisar ciertos pasos a seguir.

A fin de cuentas si existen y triunfan artistas sin crítica, el ensayo nos regala la posibilidad
de concebir unacrítica sin artistas.
—Iván de la Nuez

1 http://www.arte-mexico.com/critica/cm08.htm