Adán Orlando Valadez Sánchez.
La evolución del hombre, por Blu
http://www.i-am-bored.com/evolution_grafitti.html
http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=ePDkUVH3MXQ
Blu es el seudónimo de un graffitero Italiano, el cual se caracteriza por hacer murales de dimensiones gigantescas, como lo es el caso de su trabajo “La evolución del hombre” del cual me gustaría puntualizar algunas cosas.
Blu comenzó temprano en el graffiti; en el año 1999, y gracias a una serie de graffiti´s pintados en el centro histórico y los suburbios de Bolonia, en Italia empezó a tener una fama temprana por pintar graffiti con temas – cabe recalcar que en muchas ocasiones el graffiti sirve para dejar evidencia del paso o del territorio, no hablo de pandillerismo sino que en el argot graffitero mientras más terreno tengas cubierta más reconocido eres dentro del medio.
En los primeros años de su carrera, su técnica se limita al uso de pintura en aerosol, el medio típico del graffiti. Su estilo característico apareció en 2001, y aquí fue cuando comenzó a pintar con pintura acrílica/vinílica con rodillos montados en la parte superior de palos telescópicos, brochas o cubetazos directos sobre la pared... esto significaba dejar la pintura en aerosol, la cual dota de rapidez y buen acabado a las obras que son realizadas de manera ilegal y rápida en la vía pública.
Esta nueva solución le permitió aumentar el área de superficie pintada y transmitir una intensidad más fuerte a su vocabulario visual: Enormes figuras humanas, que en tono a veces sarcástico, a veces dramático, a veces irónico, a veces crítico... siempre pintando con temas. Estas figuras llamaban mucho la atención ya que además de que lucían como si estuvieran tomadas de cómics, juegos de video y caricaturas, tenían siempre una fuerte carga simbólica por las distintas percepciones que al artista nos muestra en su obra.
En su evolución del hombre realizado en la ciudad de Bolonia, nos muestra su percepción no científica – pero sí chocarrera, a mi parecer - del por qué estamos aquí; iniciando en un parador de buses, y a lo largo de varios metros, nos muestra una serie de ilustraciones de distintos procesos de la vida; desde las formas unicelulares, pasando por los reptiles, anfibios, peces, al hombre en distintos momentos de su historia y prehistoria, dinosaurios...
Lo interesante de este hecho, lejos de tener su valor por la ilegalidad del acto – fue realizado a lo largo de una avenida sin permiso o autorización – reside en el valor del testimonio como graffiti que incita a la reflexión; al llegar casi al final, el hombre va cambiando-evolucionando según BLU, hasta el momento de llegar a tener un arma y matar a su compañero; a partir de aquí el discurso del artista es mostrarnos que la evolución, al momento de matar a nuestro semejante, va de regreso a lo simple, dejando el lado humano, convirtiéndose en un roedor para después pasar a formas de vida acuáticas que acaban en forma de anémona solitarias y sin nada qué poder decir.
Sin duda, el graffiti ha pasado también por una evolución; ya no sólo podemos apreciar las letras estilizadas y las firmas ilegales; ahora también podemos aprender distintas versiones de la historia con el matiz y toque que permite el graffiti como medio de comunicación masiva.
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