lunes, 15 de octubre de 2012

PRISMA
BEIJING DANCE THEATER
Por: Arturo Andrade Medina
En el marco del Festival Internacional Cervantino del año 2012, la compañía de origen china se presentó en punto de las 20:00 hrs., en el Teatro Manuel Doblado,  en la ciudad de León Guanajuato.
Con una impresionante coreografía de dos coreógrafos occidentales y un oriental, los once bailarines en escena, dieron lo mejor de sí alrededor de casi dos horas que duro el espectáculo, espectáculo llamado “Prisma”, el cual se dividido en tres actos, Luminoso, Map of me (and you) y Cruzando. La obra conto con dos pequeños intermedios de quince minutos cada uno.
Los excelentes bailarines mostraron gran soltura y dominio total de sus cuerpos, al presentar sin un solo error, al menos visible, cada uno de los pasos marcado por la coreografía, pero también el manejo del lenguaje corporal propio de cada uno de ellos. El vestuario sobrio y sencillo para la primera parte, consistía en un pantalón  y una playera de manga larga,  ligeramente separados del cuerpo, de una tela gris y ligera, que acompañaba a la perfección a cada uno de los ejecutantes en sus desarrollos y secuencias. Para el segundo acto el vestuario también fue muy sencillo y dejaba ver con más claridad cada uno de los músculos (en tensión y en relajación) de los artistas, pues consistía solo en un calzoncillo trusa y una camiseta con los hombros descubiertos. Y por ultimo para el tercer acto retornaron el primero conjunto.
Durante el progreso de la obra se utilizaron algunos elementos, que reafirmaban ciertos rasgos del discurso plasmado en la coreografía. Abanicos para la primer parte, costales hechos de algún material fibroso para la segunda y para la tercera, se utilizaron cintas que desenrollaban a través del piso del escenario trazando una especie de caminos, por donde los ejecutantes direccionaban su movimientos. 
Cada una de las coreografías contenía un concepto que se mostraba con claridad, aunque en algunas secuencias resultó difícil la decodificación e interpretación de los contenidos, algunos de los temas que tocaban rondaban en torno a: la naturaleza, la libertad, el viento, el agua, el mar, los sueños y juegos infantiles, el crecimiento, la pareja, los complejos, el pasado, la vida y la muerte entre otros. Claro todos estos a discusión del ojo observador.
La iluminación sin duda jugo un juego preponderante en el desarrollo de la obra, pues destacaba lo que debía ser destacable y servía como hilo conductor para el espectador, dirigía hacia donde debía ir la mirada para no perder de vista los detalles importantes que sugería el coreógrafo.
Juguemos a desaprender: los movimientos sencillos, desenfadados casi como niños jugando, sin ningún prejuicio, ni esas ataduras que se van adquiriendo en el crecimiento, movimientos sin contaminación.

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