lunes, 1 de octubre de 2012

Por: LAURA ANDREA PÉREZ ORTIZ
“Vamos a hablar sin tapujos”…
Como la comedia “Hablemos claro” de Eugenio Trueba Olivares, la cual fue estrenada por el grupo Teatro Universitario de la Universidad de Guanajuato el pasado miércoles 29 de febrero, en el Teatro Principal, bajo la dirección de su mismo autor, en conmemoración y homenaje al Teatro Universitario y a su Director fundador, el maestro Enrique Ruelas Espinoza, presentándose nuevamente el jueves 1 de marzo, el 5 y 6 de junio y el 23 de agosto en el mismo recinto para cerrar las puestas en escena por los 60 años de su fundación, 1952-2012.
Participan en esta obra Hugo Gamba Briones, como Emilio, Isabel Vázquez Nieto, como Julia y Leticia Montes Silva, como Antonia. La escenografía está a cargo del Departamento de Producción y Logística de la Dirección de Extensión Cultural; la música es de Diego León Rábago y en la coordinación de Teatro Universitario, Leticia Montes Silva.
Como el título lo dice, la obra plantea como deben decirse las cosas, directamente  y sin rodeos, sin titubear y dejando bien en claro lo que se quiere decir, revelando la idea de que la verdad debe ser siempre dicha, evitando malentendidos y juicios equivocados, sin miedo a lo que pueda pasar, pues no hay nada mejor que la honestidad.
Es una obra de un solo acto en cuatro tiempos, con una escenografía ambientada en la sala de una casa bien acomodada donde se desarrolla la vida de Emilio, un hombre maduro, viudo y que no tiene más preocupaciones que pasar el tiempo, tiempo en el que convive con Antonia, su metiche  empleada domestica quien ha vivido con la familia desde niña y es ahora la única compañera de la casa y sobreprotectora del hombre al que cuido desde niño.
Casualmente Emilio conoce a Julia y comienzan a convivir, dejando a un lado las normas sociales, se hacen buenos amigos, salen a caminar, ella lo visita todos los viernes, día que Emilio espera con emoción, pues es con quien puede platicar y salir de su rutina, poco a poco van tomando confianza, Julia decide entonces hablar claro y expresar sus deseos futuros, sus intensiones sinceras, las cuales eran formar un tipo de convenio con Emilio, quien tenia todas las facilidades para otorgarle seguridad económica, lo que comúnmente se consideraría el matrimonio, Julia lo declara de forma poco convencional, y va directo al objetivo, a la practicidad del asunto, saltándose los falsos cortejos y seducciones que al final llegan a lo mismo: el matrimonio es un convenio, sustento económico.
La temática de la obra me pareció muy atractiva, ya que es un grave problema en la comunicación entre individuos el no poder hablar claro, la inseguridad para ser francos y realistas con los demás es un factor inexcusable que causa conflictos para el entendimiento armonioso y saludable, pues si no se habla con la verdad y tal y como son las cosas, es natural del hombre comenzar a crearse atribuciones, enredos en la cabeza, de no tener la certeza de lo que otro le expone y suponiendo de todo un poco.
Fue amena y divertida la obra pues los actores supieron interpretar perfectamente la cuestión, con diálogos simples y cotidianos que no muchos se atreven a decir, y muestran evidentemente  que el resultado de hablar las cosas sin tapujos siempre es más gratificante, adecuado, conveniente, provechoso, beneficioso, servible y de más, pues de lo contrario siempre resultan apuros y dificultades, es una obra que valió la pena ver y sería perfecto para aquellos meticulosos del hablar, que consideren la temática de esta excelente obra.

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