miércoles, 4 de diciembre de 2013

Por: Angélica Quirarte
Tu muerte en mi retrato


¡Que prueba de la existencia
habrá mayor que la suerte
de estar viviendo sin verte
y muriendo en tu presencia!
Xavier Villarrutia
Décima muerte

La muestra fotográfica se expone con la intención de generar una nueva interpretación de las imágenes tomadas a los niños muertos en el siglo XIX, dividida en 3 núcleos: Romualdo García y la fotografía postmortem, Iconografía funeraria infantil y Angelitos y sus trajes,  y Memoria, muerte y fotografía.

Ojos que sepan espiar los detalles de las fotografías desgastadas por el tiempo, podrán observar enseguida el exceso decorativo en la vestimenta portada por pequeños cuerpos rígidos, acomodados ya sea acostados en mesas o recargados en el regazo de su madre, padre o hermana. El estilo ornamental de los vestuarios simula los mismos atavíos que porta la virgen María en su lecho de muerte o algunas santas en la pintura a finales del siglo XVIII y principios del XIX.
La mayoría de las fotografías son tomadas en el estudio de Romualdo abierto en el año de 1886 en la ciudad de Guanajuato. Dependiendo de la cantidad de dinero que podía pagar la familia el estudio se decoraba con diferentes tipos de fondos, como el jardín, la recámara con ventana que da al balcón o la estancia, todas dando un efecto elegante y hogareño también se podía retratar humo en la fotografía para dar el efecto de que el alma está partiendo en el momento que es retratada. Los modelos se colocaban en una silla o parados, los retratados llevaban puesto sus mejores prendas simbolizando que era un evento especial la muerte de un pequeño que aún no hacía uso de razón. La fotografía era parte de un rito en la religión católica, ya que se tiene la creencia de que al morir un infante su alma asciende al cielo directamente es por eso que algunas personas vestían a sus difuntos con trajes de arcángeles o santos a quienes eran encomendados, y la muerte del infante podía llegar a ser vista como una bendición.

Frente a la intención prevista la técnica de placa gelatina sobre vidrio marca una peculiaridad en la imagen que perturba al ver esos rostros tristes, serios que posan cargando un cadáver, miradas que congelan (además del clima frío del vestíbulo y el silencio) dentro de una luz opaca por el tiempo y la técnica. 

La fotografía de angelitos retrata un tema crudo y que por la mayoría de los seres humanos es un tema del que se prefiere callar, pero en México hasta la muerte puede retratarse para seguir siendo contemplada y expuesta en un lugar especial de las casas del siglo XIX. El adiós y el recuerdo del último respiro del “angelito” tiene que ser captado, así de alguna forma los familiares pueden conservar a la persona.


Romualdo García Angelitos y sus trajes se encuentra expuesta en el vestíbulo del Departamento de Estudios Culturales de la Universidad de Guanajuato en el Campus León.

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