Por: Angélica Quirarte
Tu muerte en mi retrato
¡Que prueba de la existencia
habrá mayor que la suerte
de estar viviendo sin verte
y muriendo en tu presencia!
Xavier Villarrutia
Décima muerte
La muestra fotográfica se expone con la
intención de generar una nueva interpretación de las imágenes tomadas a los
niños muertos en el siglo XIX, dividida en 3 núcleos: Romualdo García y la
fotografía postmortem, Iconografía funeraria infantil y Angelitos y sus
trajes, y Memoria, muerte y fotografía.
Ojos que sepan espiar los detalles de las
fotografías desgastadas por el tiempo, podrán observar enseguida el exceso
decorativo en la vestimenta portada por pequeños cuerpos rígidos, acomodados ya
sea acostados en mesas o recargados en el regazo de su madre, padre o hermana.
El estilo ornamental de los vestuarios simula los mismos atavíos que porta la
virgen María en su lecho de muerte o algunas santas en la pintura a finales del
siglo XVIII y principios del XIX.
La mayoría de las fotografías son tomadas en el
estudio de Romualdo abierto en el año de 1886 en la ciudad de Guanajuato.
Dependiendo de la cantidad de dinero que podía pagar la familia el estudio se
decoraba con diferentes tipos de fondos, como el jardín, la recámara con
ventana que da al balcón o la estancia, todas dando un efecto elegante y
hogareño también se podía retratar humo en la fotografía para dar el efecto de
que el alma está partiendo en el momento que es retratada. Los modelos se colocaban
en una silla o parados, los retratados llevaban puesto sus mejores prendas
simbolizando que era un evento especial la muerte de un pequeño que aún no
hacía uso de razón. La fotografía era parte de un rito en la religión católica,
ya que se tiene la creencia de que al morir un infante su alma asciende al
cielo directamente es por eso que algunas personas vestían a sus difuntos con
trajes de arcángeles o santos a quienes eran encomendados, y la muerte del
infante podía llegar a ser vista como una bendición.
Frente a la intención prevista la técnica de
placa gelatina sobre vidrio marca una peculiaridad en la imagen que perturba al
ver esos rostros tristes, serios que posan cargando un cadáver, miradas que
congelan (además del clima frío del vestíbulo y el silencio) dentro de una luz
opaca por el tiempo y la técnica.
La fotografía de angelitos retrata un tema
crudo y que por la mayoría de los seres humanos es un tema del que se prefiere
callar, pero en México hasta la muerte puede retratarse para seguir siendo
contemplada y expuesta en un lugar especial de las casas del siglo XIX. El
adiós y el recuerdo del último respiro del “angelito” tiene que ser captado,
así de alguna forma los familiares pueden conservar a la persona.
Romualdo García Angelitos y sus trajes se
encuentra expuesta en el vestíbulo del Departamento de Estudios Culturales de
la Universidad de Guanajuato en el Campus León.
No hay comentarios:
Publicar un comentario