Por: Luz Vargas
… vengo de ahí…
El regreso, es un poema de Efraín Bartolomé
(poeta mexicano, originario de Chiapas), que pertenece al libro “Música solar”
publicado en 1984. Este relata un ir y estar en el cuerpo de una chica, y en su
esencia, además de un regresar de ese momento maravilloso, para comparar el
antes y el ahora; no lo compara porque
hayan pasado muchos años, sino porque el presente es subjetivo y todo lo que
vives en determinado momento, se queda atrás, sin esperar a nadie. Relata cómo es el contexto por el cual anda.
Describe la época, el clima, la hora, el estado de su cuerpo, sus emociones,
sensaciones y acciones. Da a notar el que ella y haber estado a su abrigo lo
llena por completo.
El poema no
tiene signos de puntuación, pero la estructura en la que están distribuidos los
versos, hace que sea fácil de comprender y leer. La rima no está distribuida de
la forma clásica, es decir en la que dos versos (comúnmente el primero y el
cuarto) coinciden en sus últimas sílabas; en este caso hay algunas estrofas en
las que todos los versos tienen la misma terminación, o en los que simplemente
la rima no existe.
Es un poema
corto, pero no irrelevante. Un poema que
relata el estar en un lugar, dejarlo y volver a él, solo por el hecho de ser trascendente
en su vida.
El regreso
Las tres de la mañana
El invierno planea
entre girones densos de la noche
y los pies trashumantes de la niebla
Las ráfagas que vienen de sus alas
zumban entre las ramas:
congelan el rocío en las ventanas
Afuera todo es frío
Pero yo vengo de tu cuerpo
Y estoy alegre
reposado
tibio.
Por las calles vacías sigo tu auto
La madrugada arrastra su cabellera larga
Vengo de estar en ti
Con cada fibra muscular bebí tu cuerpo
Fui por el túnel del deslumbramiento
como el que va cayendo en sueños
El invierno planea
entre girones densos de la noche
y los pies trashumantes de la niebla
Las ráfagas que vienen de sus alas
zumban entre las ramas:
congelan el rocío en las ventanas
Afuera todo es frío
Pero yo vengo de tu cuerpo
Y estoy alegre
reposado
tibio.
Por las calles vacías sigo tu auto
La madrugada arrastra su cabellera larga
Vengo de estar en ti
Con cada fibra muscular bebí tu cuerpo
Fui por el túnel del deslumbramiento
como el que va cayendo en sueños
Vengo de ahí
De los labios donde una herida roja
bebió la vida en otra
De los labios donde una herida roja
bebió la vida en otra
Ahora recorremos las calles somnolientas
Vamos por la ciudad
como si fuera una extensión del lecho.
como si fuera una extensión del lecho.
Ante el golpe de luz con que las hiere el auto
las piedras se incorporan van cerrando la calle
las piedras se incorporan van cerrando la calle
Los árboles arrancan su cuerpo de la sombra
Ahora somos la calma
el reposo del mundo
la oscuridad
El pozo de lo diario.
el reposo del mundo
la oscuridad
El pozo de lo diario.
"Música solar" 1984
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