Público Segregado según sus ingresos
Por: Elizabeth Aparicio
Díaz
El capitalismo
mueve al mundo, el dinero es un factor que dota a las personas de “estatus
social”, dinero al que le adjudicamos nuestras expectativas, usándolo para
diferenciarnos unos de otros, y permitirnos alienar a una sociedad en la que el
ingreso marca el sector al que pertenecemos, mundo donde las minorías no tienen
espacio y son relegadas, como si se tratase de seres inferiores.
Santiago
Sierra, artista español muestra un peculiar interés por apuntar hacia esta
segregación social, víctimas de la marginación económica; en esta ocasión
hablaré un poco de su obra “Público segregado según sus ingresos”, performance
que se llevó a cabo en el Instituto Cervantes de Berlín Alemania, donde se
colocó en la entrada a un simposio un cartel con la indicación de qué entrada debía
tomar el público, de acuerdo a sus ingresos en relación a 1000 euros, los que
tuvieran un ingreso menor al de la cifra
mencionada estarían en la sala, pero con una barrera que los separaría de los
que tuvieran mayor ingreso, es importante mencionar que los ponentes se
encontraban dando la conferencia en el área de “los privilegiados” y los
segregados solo se conformaban con escuchar.
Esta acción
denota discriminación, sin embargo es lo que el artista intenta mostrar, todos
en algún momento hemos visto a personas de menor ingreso económico con cierto
recelo, no es exclusivo de gente acaudalada; es una cadena interminable, ¿somos
ricos en comparación con quién?, esa es la pregunta que Santiago Sierra manifiesta
en sus obras. ¿Quiénes somos para segregar a la gente?, este repudio lo hacemos
porque en algún momento lo hemos sufrido, y como cadena sin fin, queremos
desquitar nuestra frustración con alguien más.
La crítica al
capitalismo es constante en su obra, ya se había visto en trabajos anteriores,
donde Sierra contrata a personas para realizar alguna tarea absurda o
denigrante, haciendo énfasis en la falta de empleo y la manera como son
explotados los trabajadores, que sin importar la faena que tengan que hacer la
realizan porque no hay otras opciones, poniendo en evidencia la precariedad
laboral que obliga al trabajador a aceptar la explotación y los sueldos bajos.
Sierra trabaja
con la intención de fundir arte con economía; capitalismo y explotación;
discriminación con opulencia y finalmente lo logra de una manera magistral, que
confronta, molesta y sugiere al público ver a través de las minorías
segregadas; sin embargo es hilarante pensar que la mayoría de la gente que
adquiere sus obras están ubicados en la esfera del poder. Crítica y goce en una
sola pieza.
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