miércoles, 25 de septiembre de 2013

Por: Mahany Tehabet
LUZ SILENCIOSA
“Daria cualquier cosa por volver atrás. -Es lo único en esta vida que no podemos hacer, Johan-”

Luz silenciosa 2007, tercer largometraje del cineasta mexicano Carlos Reygadas. En donde el peso de la historia recae en la belleza visual que presenta cada una de las tomas que pueden contemplarse en los magistrales 145 minutos, solo es necesario ver la secuencia inicial, donde muestra una prodigiosa escena con un cielo estrellado a partir del cual se podrá ser testigo de un amanecer espectacular durante los siguientes 4 minutos, despertando la sensibilidad del espectador en cada instante para  ser cómplices de la belleza visual que el largometraje brinda.

La trama es un elemento importante en Luz silenciosa no solo por la temática tratada sino por propuesta fotográfica que Alexis Zabé muestra en cada fotograma, dándole una carga muy poderosa a la historia, la cual se desarrolla en una comunidad menonita del norte de Chihuahua, donde Johan tiene que decidir si quedarse con su esposa Esther y sus 7 hijos o con su amante Marianne, situación que se presenta ante el estricto código de comportamiento de la comunidad menonita.

El trabajo fílmico que en esta ocasión Reygadas presenta, es sublime, debido al empleo de tomas largas y pausadas, las cuales regalan a nuestros sentidos momentos espectaculares y dignos de suma apreciación llevándolo a ser un filme en donde la fotografía, dirección, sonido y actuaciones se encuentran en sincronía total. Luz silenciosa cuenta con las “actuaciones” de menonitas auténticos, utilizando todos los elementos que se encuentran a su alrededor, aspecto que no es de sorprender en la filmografía de Reygadas, pues evita utilizar actores profesionales y aprovecha todo lo que hay a su alrededor para la construcción del filme.

La cámara fija en Luz silenciosa juega un papel muy importante, ya que como en los inicios del cine se encarga únicamente de registrar los movimientos y acciones de personajes, con la diferencia que en un inicio los hermanos Lumiére aún no sabían cómo mover la cámara, caso que no aplica en Reygadas quien utiliza la cámara fija además de suaves y delicados movimientos para registrar el cómo sucede la historia, no el cómo se ven los personajes  dentro de la historia. Una vez más Reygadas y su gran fotógrafo Alexis Zabé llevan silenciosamente a través de sus tomas a un manjar  visualmente delicioso. Y  como lo hacen al inicio del largometraje, brindan una majestuosa escena pero ahora es un atardecer el que pone fin a esa Luz silenciosa, emoción que se va desprendiendo a cada momento con de lo que se ve y se escucha.


1 comentario:

  1. Tu trabajo es casi perfecto, te emocionas en tu descripción y contagias con ello, aportas muy buena información: Reygadas no utiliza actores profesionales, la cámara fija como recurso primitivo del cine, aportas contexto, ficción y opinión, das buenas referencias virtuales e imagen, incluso escribes bien, sólo te recriminaría una cosa, tienes problemas con los conectores lógicos y artículos de unión, a veces se te olvidan y a veces los excedes, te recomiendo seguir el siguiente proceso: escribe, lee, deja descansar el texto un tiempo prudente porque te lo memorizas y después vuelve a leer y corrige las cosas que descubras. (un lector externo siempre ayuda, es decir, deja que alguien lo lea antes para que detecte esas cosas)

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