martes, 15 de octubre de 2013

Por: Brenda Jasso
Producción: Gerardo Quiroz
Dirección: Lilia Sixtos y Jaime Rojas

Coreografía: Guillermo Téllez y Roberto Ayala

 
 

Cats
La obra se desarrolla a lo largo de una noche en la cual una manada de gatos, los Jélicos, celebran su festival Jélical, el cual se celebra una vez al año cuando la luna esta bien llena y termina casi al amanecer cuando el gran Gatusalem (su líder) elije al gato que podrá ir al Edén Sideral.
La obra en si esta llena de dinamismo, entusiasmo y asombro, el cual llama tu atención y no te permite pensar en otra cosa que no sean los espectaculares actos que estas apreciando. Acompañada de una orquesta en vivo y la gloriosa ejecución de sus actores y bailarines te inmiscuye en un mundo solo comprendido por los felinos los cuales te muestran como es el mundo según su visión y su personalidad.
Totalmente llena de color y dinamismo la obra te recibe con un telón abierto, con poca luz,  pero apenas la suficiente para poder apreciar el diseño de la escenografía; que es una combinación entre escenografía realista y  abstracta, en primer plano y como punto de enfoque en el lado izquierdo (del espectador) se aprecian una serie de electrodomésticos (una licuadora, un horno de microondas y un trozo de tubería) de tamaño colosal, al centro- centro se observa una llanta gigantesca y a continuación una camioneta abandonada de tamaño normal, del lado derecho (del espectador) se observa una gran pared con una saliente que se usa de resbaladilla y escalera, como fondo se puede apreciar un cielo estrellado y una gran y brillante luna solo apocada y entre-tapada por las luces lejanas de la ciudad y una serie de cercas y rejas viejas, todo estó para dar la apariencia de un viejo y obscuro callejón.
La majestuosidad de la escenografía no es opacada por la ingeniosa caracterización de los actores, la cual expresa la personalidad de los personajes y el rol que desempeñan dentro de la obra; el desarrollo o trazo escénico es audaz y dinámico complementado por el trabajo corporal de actores y bailarines, si bien no es una obra que requiera un gran trabajo interno o dramático si es de reconocer el esfuerzo y trabajo que se desarrollo para la creación de los mismos ya que en ningún momento dejan de ser gatos. La musicalización no pierde el dinamismo escénico, pero, tal vez por la mala acústica del lugar (Teatro Manuel Doblado) en los momentos del clímax musical no se podía apreciar con claridad la interpretación musical de los personajes. Sin duda alguna una gran obra.
Como dato curioso y para terminar, la producción (a mi parecer) desarrollo una estrategia de marketing llamada below the line que consiste en la promoción de un producto por canales alternos a los medios masivos, en este caso el producto seria la marca Whiskas (patrocinador) tomando el logotipo y un costal del producto e incorporándolos a la escenografía, es interesante ya que a pesar de tener grandes dimensiones está  bien diseñado  pues  la presencia de la marca resulta agradable a la vista y  da un toque de picardía.

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