domingo, 2 de septiembre de 2012

Julio Galán - Mientras me despierto
1985, óleo sobre tela 200 x 254 cm (díptico)
Colección FEMSA.
Por: Adrián Martínez

Hoy mientras despertaba, me debatía entre el reconocimiento del cadáver de mi aletargamiento y la rápida degradación de todas las visiones oníricas tan lúcidas cinco minutos atrás. Esto es lo que pasa muy a menudo en los pasajes de gloria mañanera, en las que, solemos pensar cosas como las que Julio Galán deja escritas -literalmente, en forma de las inscripciones contenidas- dentro de su pintura Mientras me despierto.
   Mientras me despierto es una de las pinturas más conocidas de Julio, que inmediatamente atrapa la atención del público por los elementos contenidos en ella: el perro sosteniendo un cuchillo y abalanzándose sobre la capa y espaldas de la persona (¿Julio?), las deidades orientales, el vaso coctelero con flores, las inscripciones en las paredes, etc. Resulta agradable por la composición, la cual no está tan saturada de elementos como otras obras de Julio.
   No es una coincidencia que se use un formato díptico; la estructura que sostiene la tela no se debe a la practicidad. Se usa la estructura como un elemento más para la apreciación de la pieza. Resulta evidente al ver el desfasamiento de la parte izquierda del cuadro montado sobre la pared de la habitación. Y queda aún más expuesta esta característica al observar el brazo que sobresale y queda sangrante desde la división del díptico. Nótese entonces que tampoco es coincidencia que la pintura esté contenida dentro de una clasificación como la de Personajes y autoexilios de la colección, siendo el autoexilio de Julio, algo inseparable de la apreciación de la pintura en cuestión.
   Curiosamente el elemento más prominente que no obedece al accidente divisional que supone el díptico es la capa. Esto junto con el movimiento del perro sobre la cuerda llama a una dirección especifica en la pintura. La capa pasando la línea es entonces un salto y un punto de unión entre las dos partes, una transgresión al accidente propuesto por el artista. Si seguimos esta dirección llegamos a una pared que se asemeja a un cielo, en la que se incrusta una rendija por la que el personaje mira.
   En la primera parte del díptico se ha decidido que jamás se verá nada más extraño, como si se tratase de ese momento del sueño en que uno finalmente se da cuenta de que está soñando y hace un juicio al respecto de la situación que quizás se creía real. Si saltamos la línea no queda muy claro si se está burlando de la posibilidad de ir más allá de la rendija, o si se excluye de volver a la primera parte del díptico. Lo que queda bastante claro es ese momento de gloria mañanera, de realización más allá de las ideas concebidas en sueños, el escape a éstas cuando te han perseguido toda una noche y el salto a  esa otra parte del díptico que es ese maldito momento todas las mañanas cuando nos escapamos de una situación grotesca, o nos perdemos de un pasaje que anhelaríamos en la vida real.

3 comentarios:

  1. Hola amigo, vi esta expo de Julio Galán en Monterrey en el 2007 y esta pintura me atrapó. Desde entonces he querido buscar/comprar una réplica pero no se donde exista alguna... Por otro lado, ¿Me podrías decir qué dice el texto de la derecha? no logro recordarlo y en ninguna de las fotos de internet logro descifrar qué dice. De antemano gracias, Carlos Jasso, Mty. N.L.

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    1. Yo también tengo la duda pero creo que decía "no quiero ver mas allá" sin embargo no estoy del todo seguro

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    2. Finalmente ví en una foto lo que decía del lado derecho: "Ya no me quiero ir al más allá". 5 años después de este primer mensaje y 13 años después de ver mi primera exposición de Julio en el 2007 en MARCO.

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