domingo, 2 de septiembre de 2012

Por: Laura Andrea Pérez Ortiz.
Si el surrealismo es de compleja interpretación, más compleja y fascinante resulta interpretar la obra surrealista de Alfredo Castañeda, quien fue pintor y arquitecto mexicano, característico por sus múltiples autorretratos y descomposición de la composición de las obras, es decir, la estructura que las hace ver rotas, fragmentadas.
Una de sus obras forma parte de la exhibición, utopías y realidades: arte moderno y contemporáneo en la colección FEMSA que se encuentra temporalmente en el Museo de Arte e Historia De Guanajuato, y que corresponde a la agrupación temática de Imaginación creadora, corrientes que plasman claramente las utopías y visiones fantásticas de los artistas, “se explora  un mundo estético complejo y contradictorio, que aunque en apariencias se desvincula de la realidad, es la realidad la principal fuente de inspiración”.
La influencia de la corriente surrealista europea en México, marcó una forma de expresar la complejidad de nuestra cultura, aunque ya antes se habían destacado artistas con ese estilo, pues sus inclinaciones eran mostrar la realidad de manera onírica y a su vez, la cultura mexicana que sufría grandes decadencias.
En la obra de Castañeda se puede interpretar la necesidad que tiene la mayoría de las personas de nuestra cultura de identificarse y encontrarse en el tiempo y en el espacio, representándola de manera diversa, ajena a la realidad pero tratando de explicarse y entender la misma. Utopías irónicas.
Dúo de pez, incluye elementos figurativos pero, al conformarse en la composición descompuesta, como si hubiera sido modificada de otra pieza original, da un interpretación surreal y simbólica al espectador de la obra. Para mi es intrigante la composición que aplica en el rostro del autorretrato, pues esta horizontalmente y no tiene cuello, el recorte que hace alrededor de los ojos, la posición de las manos, y la textura que le da a uno de los brazos respectivamente y el recorte de la parte central de la obra que forma una figura extraña enmarcando al pececillo azul. Resulta muy entretenido admirar esta pieza por los efectos visuales que presenta y que no son característicos en el oleo, pues la apariencia de estar roto y los detalles de las prendas de los personajes dan una impresión curiosa.

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