Art Nouveau

Elizabeth Aparicio Díaz

“La gente cree que es todo lo que tengo. La belleza no es nada. La belleza no permanece. No sabes la suerte que tienes siendo feo, porque si le agradas a alguien sabes que es por otra cosa.”

Bukowski

Citando un poco a Charles Bukouski en su cuento “La chica más guapa de la ciudad” comienzo a analizar esta fotografía tomada por Jean Saudek en 1988, donde podemos observar a una pareja: un anciano de aproximadamente 70 años de edad con una joven de 25 años, él la toma entre sus brazos y mama de su pecho. Para muchos podría ser desconcertante la imagen, primero por la gran diferencia de edades y en segundo lugar porque la chica lejos de sentirse forzada a actuar de cierta manera, se nota en ella un rostro de tranquilidad.

La belleza es un tema que se percibe en la fotografía, aunque no entra en los estándares establecidos por una sociedad, ya que la mujer que se encuentra en la escena no es de extrema delgadez, al contrario, se nota en ella un cuerpo más que curvilíneo. En contraste tenemos al anciano, que de manera general, se le encasilla como algo no-bello, porque su figura y su apariencia está en decadencia, asociando lo viejo con lo feo.

Ahora pasemos un poco al título de la fotografía, “Art Nouveau” es una etapa de la historia del arte que da paso a las vanguardias del s. XX,  es aquí donde Saudek hace énfasis de que lo viejo tiene la necesidad de ser remplazado por una corriente nueva, en la imagen lo podemos apreciar, ya que en la composición predominan los colores ocres, con un escenario antiguo, del que el anciano forma parte, como un objeto viejo que necesita succionar vida nueva para poder permanecer; en contraste está la mujer que dota al cuadro de color, con un atuendo azul cielo decorado de flores y motivos naturales, la mejilla sonrosada, de excitación o de viveza.

Saudek pone énfasis en el erotismo dotado de cierta rareza, cuestiona a la belleza y es un experto en manejar temas como las filias, fobias y la sexualidad; fotografía situaciones insólitas que generan cierta ofensa visual en el espectador, pero ésta es la verdadera intención de Saudek, ya que lo desafía, sacudiendo las convenciones establecidas sobre el gusto y lo bello y lo más importante ataca al prejuicio humano.

No cabe duda que Saudek  obliga al espectador a cuestionarse sobre lo que observa, saca a flote temas tabú pero los maneja con una estética visual, que te lleva a ver más allá de la fotografía; el encuadre, la iluminación, el conjunto en sí de la obra es admirable, aunque los temas que maneja queden fuera de lo convencional, vale la pena observar de manera detenida la obra de este fotógrafo.