FÜR
ALINE
Por:
Magaly Vázquez Morales
“Mi música es un
camino, es una propuesta de sendero, una invitación a adquirir sabiduría, a
cultivarla, a cultivar emociones positivas, a acudir con amor inclusive con las
personas difíciles.” Arvo Pärt
Una de las críticas que se
le otorgan a la música minimalista es el bajo nivel de dificultad; además de su
aparente estática melódica. Für Alina
del compositor estonio Arvo Pärt demuestra lo erróneo de estas críticas.
La
pieza fue escrita para piano solo y se desarrolla por tres voces; incluso en la
partitura se especifican tres pentagramas los cuales dos de ellos están en
clave de Sol mientras que el último está en clave de Fa. No hay una métrica
asignada en la pieza y se sugiere la interpretación libre, bajo una intención tranquila
e introspectiva.
Arvo
Pärt dedica gran parte de su trabajo a la experimentación y origina el estilo
presente en la obra que consiste en crear a través de intervalos el efecto
sonoro de una campana, de ahí su nombre Tintinnabuli;
y es aquí donde radica la dificultad y grandiosidad de esta pieza.
Arvo
Pärt otorga la libertad de interpretar la pieza sin un tiempo determinado, con
la condición de que exista en el ejecutante la capacidad de crear una atmósfera
pacífica y reflexiva. La correcta interpretación brinda, al intérprete junto
con el oyente, la posibilidad de envolverse en un ambiente sereno creado por un
efecto armónico único; apreciar las sutilezas que surgen con el juego de las
voces las cuales dan color a las cosas que ocurren en ese momento; darse cuenta
de la fragilidad de la existencia.
Estoy encantado tanto con la pieza como con el texto. Te reafirmas en mi top.
ResponderEliminargracias