Por: Mara Aide Ayala.
Título: La caja mágica.
Técnica: Acuarela.
Año: 2011.
Autor: Gerson Grimm.
Cuando vi la obra pasaron dos cosas, primero la vi y la disfrute, después
me pregunté ¿qué quiso decir el autor? A
simple vista es una obra con un gran trabajo trazado, en cuestión al buen
manejo de líneas, formas, el uso del color, la mancha y técnica, la forma agradable de usar las luces, sombras y el espacio. En cuestión
al mensaje de este tipo de obras que al
parecer no te deja una tarea fácil, y eso me encanta, porque hace que te
cuestiones y te da la oportunidad de que crees tu propia respuesta, es muy subjetivo.
Ahora, Si pensamos en el trasfondo de la obra, por el hecho de ser una
caja mágica sabemos y podríamos pensar que se refiere a toda esa incertidumbre de la vida, de las cosas, de
absolutamente todo. Siempre es una sorpresa abrir una caja mágica porque puedes
encontrarte lo que menos esperas. Éste personaje de apariencia extraña, muestra que a veces no quisiéramos abrir una
caja, o sí, donde podíamos encontrar algo parecido a este ser, en el que lo
puedas ver como rareza, como una porquería,
como algo increíble, con horribilidad, como algo extraordinario, majestuoso,
o grotesco etcétera, no sé, como lo
quieras ver o lo que te toque ver. Al final la caja guarda lo mejor y lo peor
de la vida.
Esta pieza es parte de las
pinturas que se reflejan en lo contemporáneo, esto es parte de lo que se hace
en nuestra época. Nos guste o no. Este autor crea unas obras dónde aparece un ente o un personaje con la mezcla de
rasgos humano con cuerpos extraños,
deformes no existentes, no humanos, dónde podemos apreciar la esencia de la
obra, y pensar, creer o saber que no es comprensible sino sensorial.
Antes la pintura quería ser mundo, ahora solo quiere ser arte, pero eso lo decides tú.
No hay comentarios:
Publicar un comentario