Αγρύπνια / Insomnio
Θανάσης Παπακωνσταντίνου / Thanasis
Papakonstantinou, (Αγρύπνια, 2002)
Por:
Carlos H. Babún
Esperanza
o dolor que está velando
y
que se acerca a nuestro oído ansioso
y
habla en voz baja… sin decirme nada.
Tristan Corbière
Un
inquietante gis encapsula la transmisión
de una voz en árabe que, solitaria, anticipa la siguiente pieza. Ésta llega y
resulta ser un canto en la misma lengua, ¿o será un rezo, una plegaria?
Los
grillos delatan a la noche, y ésta se advierte inmensa. Parece que el viento
asedia la frecuencia radial alejándola, estirándola, sofocándola, trayéndola de
vuelta. De pronto emergen, en un nuevo plano, un arpegio en guitarra, grave y
corto, seguido de otro agudo casi hipnótico. Ambos terminan su ciclo y, tras un
breve respiro, vuelven decididos acompañados de un bajo que acentúa la
profundidad del ambiente.
Con
esta instrumentalización envolvente da inicio Αγρύπνια (insomnio), de Thanasis Papakonstantinou, uno de los músicos, compositores
y cantantes más innovadores y versátiles de la actual escena musical griega. Heredero,
a través de sus padres, de una rica tradición de canciones folklóricas y
campiranas, él decidió explorar nuevos terrenos líricos y musicales, combinando
poesía con una variedad de instrumentos acústicos clásicos y recursos
electrónicos y digitales, dando como resultado atmósferas de abundantes
texturas y detalles, siempre cálidas, potentes y profundas.
A
esta altura lo que parecía un preludio parece haber durado una eternidad. La
figura del arpegio, circular y cíclico, no puede más que despertar ansiedad,
pues la noche continúa de fondo y parece no querer avanzar. Es inevitable
darnos cuenta que algo más grande merodea; entonces las plegarias dan paso a
una voz grave y serena que dibuja, en un griego severo, a quien nos ha estado asechando:
Αγρύπνια, αψηλάφητο
ζώο! Δίχως, μια στάλα στοργή, σ' όσους διψάν για
χίμαιρες, γέρνεις την κούπα σου που 'ναι πάντα αδειανή. /
Insomnio, ¡bestia impalpable! Sin una pizca de afecto, a aquellos sedientos de quimeras, tiendes
tu copa siempre vacía.
La
espera atormenta y ese “algo” que podría saciar la sed parece nunca llegar. El
tedio abruma, enceguece, y la mente vuelve una y otra vez a la misma trampa
gris y brumosa. Un violín hace fondo cual delirio, mientras continúan las
disertaciones. ¿Será una ausencia responsable de nuestra vigilia?, ¿quizá un
demonio propio que no se decide a irse? La obsesión no se disuelve fácilmente,
requiere de tiempo, y esta noche tiempo es lo que sobra:
Κι ενώ περνά η νύχτα κατάλευκη, βροχερή σαν Κυριακή, ξέρω γιατί,
στ' αυτί που σπαράζει, χιμάς και γλείφεις σαν το σκυλί. /
Al pasar la noche en blanco, lluviosa como los domingos, sé por
qué, a mis oídos desgarrados, vienes a lamer como un perro.
En esta canción Thanasis se inspiró en el poema Insomnie de Tristan Corbière[1], rindiéndole
homenaje a este francés reconocido por Paul Verlaine como parte de los poetas
malditos.
Con Αγρύπνια, canción que
dio nombre al disco, Papakonstantinou inició su sexta producción, considerada
como un parteaguas tanto en su carrera como en el escenario musical de su país.
La fusión de su poesía lírica con instrumentos y ritmos de larga y profunda
tradición, junto con la fuerza eléctrica del rock y la versatilidad del jazz,
además de la experimentación con sonidos orgánicos y sintéticos recuperados y
creados a través de sintetizadores y sampleos,
lo han consagrado como un exponente de culto en el medio artístico de la actual
Grecia.
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