sábado, 2 de noviembre de 2013

Por: Erika M. Brera Herrera

“sin Título”
Marissa Olivares

Festival de La Muerte
Instituto Cultural de León

Es especial esta pieza en comparativa con el resto de las obras, difiere en que no resuelve de manera típica y sencilla lo que el festival de la muerte pretende. No es lo típico, ni lo primero que un piensa, si bien tiene elementos  que se han utilizado, guarda su originalidad con el resto de las obras.  La mayoría de las fotos en la exposición son a color,  esta  también se destaca por no ser así.
Es agradable el cambio de luz del horizonte que se difumina en el cielo, y las siluetas contrastantes en color negro del suelo, el árbol y el ente que esta postrado, escondido en las ramas, de aquel árbol seco.
El árbol se pierde con el suelo, no se sabe donde empieza uno y donde termina el otro, son una sola forma, el árbol seco como representación de que es el único ser que al morir, lo hace de pie. El árbol que nunca veras caer.
El ser, a pesar de ser negro como el árbol y el suelo en este si se aprecia la limitación de su cuerpo. Ser andrógino protegido por el misterio del árbol,  personaje cargado  de incógnita,  ¿de qué o quién se esconde?

Es humano, es  pájaro, es árbol y es el horizonte, es entonces el miedo,   la elegancia,  el poder y  es el todo en lo desconocido.

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